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lunes, 6 de diciembre de 2010

¿Donde está el límite del entusiasmo?

Hace unos días atrás, José Luis, amigo y coleccionista Uruguayo hizo una pregunta sobre como catalogar una lata con un sticker o etiqueta adhesiva, para los más legos como yo. Al ver esta etiqueta tan hermosa, tan bien hecha, y que es respaldada por una campaña publicitaria en Uruguay, me hizo dudar, pero afortunadamente solo fue un momento, je,je. Por un lado, la gran mayoría de los coleccionistas hemos concensuado que una lata pertenece al país donde se vende. Por otro lado, los coleccionistas de O.C.O.C. (One country, one can – una lata por cada país, y ojala la más antigua del país), en su afán de hacer más extensas y complejas sus colecciones, catalogan sus latas por territorios y estados, aunque estos no sean políticamente independientes. En general todos estos territorios y estados no producen cerveza, por lo que la indicación en la lata es muy importante para determinar donde se comercializan. La forma de identificar las latas llega a ser tan sutil, como nos cuenta en su página, nuestro amigo coleccionista norteamericano. Mark Rodgers; and a few "optimists", like me, will even display cans that they have from a reliable source that swears the can was purchased in a country even if the can does not have anything specific on the can”. Esto para mi es demasiado! 

       Esta es la lata brahma de Brasil, cuya única diferencia es el sticker.

Yo soy partidario de reconocer sólo las impresiones de fábrica, es decir, cuando la cervecería productora, o la cervecería importadora, tuvieron la intensión de comercializar la cerveza en un determinado país. Personalmente, reconozco solo hasta el importador indicado con tinta de fábrica en la tapa de la lata. Les doy dos motivos para catalogar de esta manera, Primero, hoy en día con las fronteras abiertas y con la red tan cerca de todos, cualquier distribuidor contacta a otro distribuidor, negocian, y colocan cualquier cosa que esté permitida en los envases, y sin que la cervecería productora lo sepa. (Es cosa de ver los supermercados, tiendas de departamentos, etc.). Segundo, cualquier indicación o señal en una lata, que para retirarla no dañe la lata, es prescindible, por lo tanto no es valida. Al revés, cualquier indicación de importador o comercializador, que para eliminarse, requiera dañar la lata, es valida.

En fin, como José Luis y mis otros amigos coleccionistas ya saben, en la Breweriana no hay reglas, por lo que cada uno deberá adoptar sus propios criterios, pero el guante está echado.

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